La avalancha de trabajo que me ocupa estos días no es para nada proporcional a las ganas que me pide el cuerpo de tomarme un respiro. Como queda poquito para dar carpetazo al curso, propongo un sencillo juego con el que aprender las indicaciones más básicas referidas a la velocidad de interpretación de una obra, los famosos matices agógicos.
Peonza de matices agógicos
En primer lugar vamos a fabricar nuestra peonza casera. Para ello simplemente hay que descargar el archivo, imprimirlo, tener a mano un lapicero o similar que haga de mástil (ver imagen de la portada). Ahora cuento qué hay qué hacer a continuación.
En el archivo se encuentra 3 bases de peonza:
- Una base a color con las indicaciones de los matices agógicos (Largo-Adagio-Andante-Moderato-Allegro-Presto-Rit-Accel)
- Dos bases vacías.
Recortamos las tres bases. ¿Por qué hay dos bases vacías? Si imprimimos con papel de folio nuestra peonza quedará digamos que blandita, así que para solucionar el problema recomiendo pegar las tres bases superpuestas una con otra y obtenemos una peonza más robusta con la que podamos jugar un buen rato.
Otra de las razones por las que hay dos bases vacías es para que se pueda utilizar con otros matices que no sean necesariamente los que he elegido yo para el juego. En ese caso se escribe con las indicaciones de velocidad que se quieran y se tiene la peonza a nuestro gusto.
Juego de peonza
Con la clase libre de obstáculos cada alumno por turnos hará girar la peonza. Tendrá que correr por el aula, andar despacio o ir lento según la velocidad que determine la peonza cuando pare.
Otra variante más divertida es que seas tú quien gire la peonza y toda la clase participe a la vez marchando a la velocidad indicada.